24 octubre 2015

"El trono del destino". Una combinación de magia, amor y aventura.

Siento que ha pasado un montón de tiempo desde que vine con una reseña para ustedes, pero realmente he tenido una vida de locos en estas últimas semanas y mi tiempo es tan escaso ahora que he comenzado nuevamente la universidad que la verdad apenas si tengo horas de sueño al día, pero como esto es algo que me encanta, estoy sacando tiempo de quién sabe donde para escribirles y compartirles mi más reciente lectura...

Pero bueno, hablemos de esta linda historia que combina magia, amor y una pizca de aventura que podría cautivar a mas de uno, les dejo los datos a continuación.

Ficha Técnica.


Titulo: El trono del destino.
Autor: Raquel Guimerá.
Género: Fantasía / de época.
Editorial: Ediciones B.
Páginas: 427
Precio: $100 (Feria del libro 2014).
Sinopsis: En un tiempo y un lugar donde la magia aún tenía cabida, el pacto de una madre desesperada por recuperar la vida de su hija, muerta al nacer, acaba poniendo a ésta en manos de un fantasma legendario. Con él, la joven descubrirá su destino y el alcance de su magia. La historia gira en torno a la idea de que la mente es una entidad separada del cuerpo y, por lo tanto, tiene su propia dimensión y albedrío, como si se tratara de un mundo que se halla más allá de éste. Asimismo, la protagonista descubre la dualidad que hay en su propia persona, a la que necesita abrazar para alcanzar su máximo poderío. Manuscritos misteriosos, amores imposibles, seductores engaños y la promesa de un destino grandioso son los ingredientes que recorren esta historia de magia antigua, sueños y castillos. Una historia de lucha y de aprendizaje.

Opinión Personal.

 


El trono del destino comienza como un libro lento, un poco tedioso en sus primeras páginas, por lo cual me atrevo a decir que si eres de esas lectoras desesperadas que necesitan acción desde las primeras páginas, lamentablemente este libro no es para ti. Si bien tiene un inicio lento, el trono del destino resulta un buen libro que cumple lo que promete, quizá no en la escala esperada, pero al final lo cumple y resulta una lectura si bien un tanto pesada, muy interesante.

Debo confesar que tengo sentimientos encontrados por este libro en particular. En especial este libro tiene bastantes altibajos, hay partes que devoras en cuestión de horas y quieres y quieres más, mientras que por otro lado hay otras partes que tardas días enteros en leerlas. Me atrevería a decir que esto no me había pasado antes con un libro.

Pero bueno, les he dicho que el trono del destino cumple lo que promete, y es verdad. Te promete aventura, magia y una lucha ensangrentada que saciará tu ser de sangre; si bien los primeros dos puntos son más que compensados, la lucha ensangrentada nunca tiene lugar… si hay muertes y sangre, también presentas una pequeña pelea con bastante sangre de por medio, pero no la guerra ensangrentada, despiadada y cruel que promete. Pero bueno, está bien para mí… (La verdad yo si quería más sangre).

Hay algo que quiero comentarles antes de llegar a los fantásticos personajes de este libro y es que Raquel Guimerá, la autora de El trono del destino, tenía apenas catorce años cuando lo publicó lo cual sin duda es un gran logro y algo que deba aplaudirse ya que con una edad tan corta logra transportar a los lectores a los bosques de Elryatz y casi sin esfuerzo puedes verte recorriendo los pasillos del Castillo del Caballero Negro e incluso yo he sido capaz de odiar a Ketenquent desde el momento que apareció por primera vez. La prosa de esta autora es simplemente espléndida, te envuelve sin problema alguno en esta historia de época donde cada situación parece fríamente calculada y planeada y lo único que haces es enamorarte de la pluma de Raquel.  

Pasando ahora a los personajes, me sorprende muchísimo el giro y la madurez que los personajes van teniendo conforme avanza la historia. Un ejemplo es Rhiannon, nuestro personaje principal, una chica en extremo sumisa que logra sacarme de mis casillas en los primeros capítulos pero que mientras va haciendo conciencia de lo importante que es ella y el gran poder que vive en su interior, el cambio que tiene me ha dejado pasmada. Rhiannon pasa de ser una campesina sumisa a ser una verdadera Diosa, segura de lo que quiere y firme en sus órdenes y decisiones. 

Si hay algo que me ha gustado todavía más que Rhiannon es la forma en que se da el romance con los personajes principales, he leído varia reseñas de este libro y muchos dicen que es un romance muy poco fundamentado e incluso fuera de lugar, pero para mí es algo real. Cuando eres joven e inexperta no sabes que estás enamorada y eso trae muchas preguntas y dudas, como le pasa a Rhiannon. No recuerdo donde leí esto, pero cuando te enamoras lo vas haciendo lentamente y luego de golpe y es ahí donde estás perdido; justo así se presenta el amor en este libro. Un enamoramiento lento, sin prisas y muy tranquilo, un amor quinceañero… (Lluvia de corazones, por favor). Al menos por parte Rhiannon el amor que siente por el caballero negro se me hace tan lindo y puro como el primer y más grande amor de una mujer.

El caballero Negro, por otra parte, es un personaje que me hubiese gustado que mostrara más su forma de ser. Cuando lees el nombre de “El caballero Negro” y los personajes del libro dicen que es una criatura cruel y despiadada con la que sin duda lo último que quieres es tener que ver algo con él, lo que te imaginas (o al menos eso he hecho yo) es un espectro frío, burlón y nada complaciente, pero no me han dado tiempo de verlo así. El cambio que tiene el caballero negro es tan rápido que al menos eso sí me molestó un poco. ¡Yo quería ver el espectro al que todos temían! En cambio sólo conseguí un hombre que poco a poco va enamorándose de Rhiannon. De este personaje no pedo identificar bien sus cambios y es más que nada porque no sé cómo era este personaje antes de conocer a Rhiannon y no experimenté la profundidad de su maligna alma.

Quizá la rápida forma en que se enamora el caballero Negro le quita un poco la credibilidad al romance de esta historia…

Una cosa que detesté con toda mi alma y todo mi corazón fue el pequeño romance… no, ni romance se puede llamar a eso, quizá aventura o confidencialidad, sí, ¡confidencialidad! Odie la confidencialidad entre Rhiannon y Khentequent, rayos, detesto a este personaje y no puedo creer que la autora haya hecho eso, fue como un golpe en la cara para el pobre Caballero Negro y además esta relación sin duda sí carece de base alguna, no está fundamentada y la odié con toda mi alma. 

Algo que me ha fascinado de este libro es que tiene un montón de frases reflexivas, es un libro del que marqué un montón de frases porque simplemente me encantaron. Mientras lo leía y lo llevaba conmigo al trabajo, más de una persona me preguntaron qué significaban los separadores de colores pegados en las hojas del libro… ¡En serio que fueron muchas! Les dejaré una fotito aquí abajo para que se den una idea.



Les comparto también mi frase favorita:

"Creo que un niño es el símbolo de la unión entre un hombre y una mujer que se quieren. Para firmar su alianza, tienen hijos. Es un pacto sin palabras de amor y compromiso".
Rhiannon a Selene, página 25.

 Y bueno, mi calificación final para este libro es... Léelo sólo si te atreves, bajo tu propia responsabilidad.



Gracias por haber leído la entrada, ya que llegaste al final ¿me dejas un comentario? Prometo contestártelo y además me harías un enorme favor. ¡Gracias!